¿Enfrentar violencia con violencia?

  • Reference Document

¿Enfrentar violencia con violencia?

Una postura desde la perspectiva de la iglesia de paz

Con ataques aéreos y suministro de armas responden los estados occidentales actualmente al terror de las milicias del IS IS en Irak y Siria. Una reacción que, teniendo en cuenta estas atrocidades, ha sido ampliamente aceptada. Incluso cada vez más dentro de las iglesias. Mientras que en el año 2003 estas iglesias protestaban de manera mayormente unánime en contra de la invasión estadounidense a Irak, actualmente han tomado fuerzas las voces que ven en las intervenciones militares una manera de asumir responsabilidad conforme con la fe cristiana.

Como Seminario Teológico Bienenberg somos parte de la tradición de la iglesia de paz, cuyo compromiso con el pacifismo se remite a la vida, muerte y resurrección de Jesucristo. Una postura que, a la luz de los acontecimientos terribles y amenazantes en el Medio Oriente, se ve una vez más puesta fundamentalmente en tela de juicio. Antes que nada, también nosotros nos vemos - en la medida que esto fuera posible en un país tan resguardado como Suiza - profundamente conmocionados, al oír de la persecución y ejecución de cristianos y de otras minorías. Igualmente nosotros sentimos impotencia, rabia y el deseo de que sea puesto fin a este brutal proceder lo antes posible. No obstante, creemosque esta situación no invalida las convicciones pacifistas. Es justamente por ser cristianos que nos vemos desafiados a entablar desde el Evangelio un trato libre de violencia con el enemigo. Por lo expuesto, nuestras reflexiones están dirigidas particularmente a todos los que reconocen a Jesucristo como “Príncipe de Paz” y buscan seguir en sus pasos. Entendemos su mandamiento de amar al enemigo como un llamado a las iglesias a testificar del reino venidero de Dios en este mundo.

En estas líneas compartimos pensamientos inconclusos acerca de acontecimientos que por momentos nos dejan sin palabras. Expresar estos pensamientos conlleva el riesgo de sonar torpes y cínicos. Somos plenamente conscientes de no tener una respuesta satisfactoria para todo. Sin embargo, es nuestro deseo compartir nuestra disputa con aquellas preguntas apremiantes que semejantes brotes deviolencia plantean una y otra vez. Sabemos que resulta fácil decir ciertas cosas, estando lejos de los enfrentamientos violentos. Además formamos parte de una sociedad, que por demasiado tiempo se mantuvo pasiva en cuanto a la prevención y que de ninguna manera ha agotado todas lasposibilidades. Pero en vez de permitir que la impotencia y la resignación crecientes nos paralicen, queremos continuar involucrándonos con humildad y con la ayuda del Espíritu de Dios en "buscar la paz" (Heb 12:14), utilizando nuestros recursos y nuestras posibilidades. Hacemos esto unidos en solidaridad con las víctimas de estos actos despiadados. ¡Dios, ten piedad!

Resources: