Al corriente: octubre 4, 2018
Damaris Guaza Sandoval afirma que su año de servicio en La Ceiba, Honduras, consistió en equipar a los jóvenes para que sean embajadores de la paz de Dios en lugares donde la violencia es comun.
Esta joven de 26 años de edad proveniente de Cali, Colombia, se desempeñó como trabajadora social con el Proyecto Paz y Justicia (PPyJ), un ministerio de la Iglesia Evangélica Menonita Hondureña, una iglesia miembro del CMM y socia del Comité Central Menonita (CCM).
En su trabajo, llevado a cabo entre el 2017 y el 2018, Guaza preparó materiales para talleres infantiles sobre la construcción de paz y la prevención de la violencia, además, equipó a los estudiantes mayores para que enseñaran a sus compañeros más jóvenes lo que habían aprendido. Al final, algunos de los estudiantes mayores se convertirían en mediadores de paz en entornos escolares.
Guaza dice que las habilidades para la construcción de paz son especialmente importantes. “Muchos de los niños con quienes trabajamos vienen de vecindarios con altos índices de violencia y es necesario proporcionar maneras alternativas de resolver los conflictos sin utilizar expresiones violentas”, explicó.
Guaza, miembro de la Iglesia Hermanos Menonitas de Colombia, una iglesia miembro del CMM, sirvió con la Red de Intercambio de Jóvenes Anabautistas Menonitas (YAMEN por su sigla en inglés), un programa impulsado conjuntamente entre el CCM y el Congreso Mundial Menonita. YAMEN es una oportunidad de servicio durante un periodo de un año, enfocada en jóvenes adultos cristianos provenientes de fuera de Canadá y los Estados Unidos, para vivir en una nueva cultura mientras que sirven con la iglesia.
Guaza dice que cree que es importante equipar a los jóvenes con herramientas para resolver conflictos pacíficamente.
“En muchas de nuestras comunidades, hemos sido enseñados a resolver los conflictos a través de la agresión. Por lo anterior, parece esencial que como embajadores de Dios, podamos proporcionar herramientas alternativas a las comunidades” explicó.
El caso de un niño vinculado al programa tiene especial recordación en la memoria de Guaza. Ella cuenta que era un niño conflictivo cuyos problemas de autoestima se traducían en violencia – eso fue hasta que este menor participó en PPyJ.
“Ahora este niño es un buen líder en la escuela, ayudando a sus compañeros y multiplicando todo lo que aprendió”, explica ella al referirse al niño, quien ahora es un mediador en su escuela.
Matthieu Dobler Paganoni, un representante del CCM en Honduras, junto con su esposa, Ilona Paganoni, ambos de la iglesia miembro del CMM Konferenz der Mennoniten der Schweiz/Conférence mennonite Suisse en Suiza, dice que esta iniciativa es importante en la región porque Honduras tiene una de las tasas más altas de homicidios en el mundo.
“Es importante apoyar este tipo de proyectos que contribuyen a visionar un tipo diferente de sociedad, además,tienen el potencial de crear semillas de esperanza para el cambio”, afirma Dobler.
Al final de su tiempo de servicio en YAMEN, Guaza decidió quedarse en Honduras por un año más y desarrollar con mayor profundidad su trabajo con PPyJ, esto, como parte del personal del CCM. Ella señala que sus experiencias de este último año le han dado una sabiduría que le ayudará a acompañar mejor a las personas y los procesos en la comunidad.
“Verdaderamente es un regalo de Dios continuar viviendo y sirviendo en este hermoso país”, afirma. “He aprendido mucho de las personas con quienes me he relacionado. Estoy llena de esperanza y amor para continuar el camino”.
–Rachel Bergen es escritora para el CCM.
Un comunicado conjunto del Congreso Mundial Menonita y del Comité Central Menonita.
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