Al corriente: septiembre 3, 2012
Sumiswald, Suiza – Cada seis años los menonitas de Europa se reúnen para realizar su asamblea regional, Congreso Menonita Europeo (MERK). La reunión de este año, celebrada del 17-20 de mayo, precedió las reuniones del Concilio General del CMM en el Centro Chrischona cerca de Basilea.
MERK atrajo a 855 personas a Sumiswald, en el centro de la región de Emmental, escenario de la historia de los anabautistas. La mayoría de los participantes provenía de los Países Bajos, Alemania, Francia, Suiza y España; también participaron delegados de convenciones europeas mas pequeñas y visitantes del Concilio General y las Comisiones del CMM, representando unos 36 países.
“Las fronteras… están por todos lados, alrededor y dentro de nosotros”, manifest. Louise Nussbaumer, estadísticas del CMM correspondientes a 2011 y ex miembro del Comité Ejecutivo del CMM. “Se argumenta que nos protegen; en realidad, nos aíslan, dejándonos solos y empobrecidos. Los límites sociales, políticos, étnicos o culturales obstaculizan las relaciones.” Los discursos plenarios estuvieron a cargo de los líderes europeos Lukas Amstutz y Ruth Raab- Zerger de Alemania, y Philippe González de Francia.
Se les recordó a los participantes que la solidaridad implica acciones concretas. En las sesiones plenarias se destacaron las historias de muchos europeos y personas de otras partes. Algunas eran espectaculares pero todas daban testimonio de la fidelidad de Dios con quienes estaban dispuestos a ser solidarios. Los estudios bíblicos a cargo de Anne-Cathy Graber (Francia) y Jeanet van Woerden (Alemania), consideraron los siguientes subtemas: “Dios brinda un nuevo comienzo” (sobre la mujer samaritana en el pozo, Juan 4), y “Dios le brinda una oportunidad a cada uno” (la mujer descubierta cometiendo adulterio, Juan 8), respectivamente.
Hubo una buena concurrencia a los talleres vespertinos referidos al tema principal. También se realizaron actividades para niños, jóvenes y jóvenes adultos. Más de 250 voluntarios colaboraron en la organización del Congreso.
Esther Braun de Langnau, que brindó apoyo administrativo imprescindible en los meses anteriores al Congreso, resumió bien el tema principal: “Me doy cuenta cada vez más que, para que nuestras manos tendidas atraviesen fronteras, debemos liberarnos de ciertas cosas, desprendernos de nuestras expectativas, prejuicios y miedos. Debemos evitar las conclusiones apresuradas o pensar que sólo uno es el que tiene razón. Cuando nos liberemos de esto con la ayuda de Dios, las demás barreras (religiosas, culturales o lingüísticas) no parecerán tan impenetrables e intimidantes.”
Durante la reunión, se dio la posibilidad de vincularse solidariamente con otros; al que asist.a por primera vez, a la persona cuyo idioma no entendíamos y cuya historia había que descubrir. Y uno también podía acercarse para recibir una palabra de aliento o de ánimo, una historia de perdón o de nuevos comienzos.
Para que las manos se tiendan de verdad, los Servicios Misioneros Menonitas de la Iglesia Menonita de Suiza patrocinaron un proyecto para asistir al pueblo marginado de los roma de Serbia y Albania. Fue una oportunidad para atravesar las fronteras del prejuicio respecto a los roma y ayudar a romper el ciclo de la pobreza. Se les solicit. a los participantes de MERK que llevaran medias tejidas, ropa interior, útiles escolares e insumos médicos para emergencias. Y hubo una buena respuesta: 190 paquetes de útiles, 54 cajas con insumos médicos y más de quinientos pares de medias. Se contrató un camión para entregar los art.culos a las organizaciones cristianas que harían la distribución.
Para Mari Friesen, cada caja representaba una semilla que podía dar fruto. Mathias Hofer recuerda a una mujer mayor de mirada luminosa que le entregó veinte pares de medias que había tejido. “Al fin, le comentaba, hay algo que puedo hacer con mis manos y lo hago con todo el corazón”.
Según Louise Nussbaumer, “las manos tendidas que atraviesan fronteras [también significa] reconocer las fronteras invisibles y silenciosas de nuestra vida y tener el valor de atravesarlas”.
–De informes de Elisabeth Baecher y otros, compilados por Sylvie Gudin Koehn
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