Al corriente: enero 11, 2019
En Renovación 2027, El Espíritu Santo Transformándonos en Kisumu, Kenia, el 21 de abril de 2018, varias personas compartieron el testimonio de una experiencia acerca de la obra del Espíritu cambiando a las personas dentro la iglesia. Varios de los artículos en esta sección han sido adaptados a partir de esas presentaciones. Algunos testimonios adicionales también cuentan sobre la obra del Espíritu Santo transformando las vidas.
Era el momento de reunirnos para un día de comunidad de la iglesia y celebrar – ¿pero celebrar qué? ¿La fidelidad de Dios en el pasado en nuestra larga historia a pesar de la amenaza de declive en el presente? ¿Nuestra rica herencia aún presente en las iglesias hoy día?
Durante los últimos 15 años, en las iglesias menonitas suizas no se habían llevado a cabo reuniones de este tipo. Los preparativos para ésta llevaron dos años.
Dedicamos mucho tiempo a la búsqueda de un tema que fuera el enfoque de nuestra celebración.
- Alguien pensó que al reunirnos, todas las distintas identidades de nuestras 14 iglesias deberían hacerse visibles, un paisaje de perfiles desplegando la riqueza del evangelio de Cristo encarnado en muchas formas de comunidades eclesiales, cada una bastante diferente de las otras.
- Otra persona sugirió que siguiéramos el modelo de las cartas a las siete iglesias que se encuentra en el libro de Apocalipsis de Juan. Se invitaría a las iglesias a escribir una carta imaginando lo que diría Dios sobre sus iglesias en la actualidad: los peligros, sus fortalezas y debilidades.
- Alguien más mencionó que nuestras iglesias necesitan estímulo para entrar en la renovación y establecer una visión para guiarnos en los años venideros.
Nos escuchamos mutuamente. Llevamos a casa lo que se trató, oramos al respecto, y lo discutimos en otros grupos.
Cuando nos volvimos a reunir, nos quedó grabada la idea de escribir una carta. Pero nos inquietaba la noción de tomar como modelo las cartas en Apocalipsis. ¿Quién puede hablar desde la perspectiva de Dios? Esto podría incitarnos a juzgarnos unos a otros. Siguiendo los hilos de lo que había en nuestros corazones para nuestras iglesias, finalmente decidimos que por cierto íbamos a invitar a las iglesias a escribir una carta a todas las otras iglesias de nuestra denominación.
Pero debía ser una carta sobre sus esperanzas, imaginándose dentro de 10 años dando una mirada retrospectiva a este intervalo que tenían por delante. Describirían cómo Dios los habría guiado, qué caminos habrían recorrido, qué cambios habrían atravesado.
Las invitamos a poner por escrito sus sueños para el futuro crecimiento de sus iglesias.
¿Responderían las iglesias? ¿Se mostrarían tan vulnerables ante las demás? No estábamos seguros si estaban listas para esta tarea.
Nos arriesgamos.
El tema del día sería “Aire matutino”. A través de las cartas esperábamos tomar un nuevo ánimo, un aroma del futuro que Dios había puesto en nuestros corazones.
El viento matutino del reino venidero de Dios ya estaba presente como un aroma en nuestros sueños.
La respuesta fue asombrosa.
- Algunas iglesias preguntaron si podían escribir dos cartas porque estaban por fundar una nueva iglesia.
- Muchas iglesias se reunieron para discutir cómo veían los 10 años venideros.
- La mayoría de las iglesias escribieron una historia audaz, llena de valor. Estaban al tanto de los desafíos que se avecinaban, pero vieron estos cambios que se avecinaban como el nacimiento de algo nuevo que estaban esperando.
Esta fue una primera transformación por el Espíritu. Seguimos una fragancia que ya se encontraba en el aire. El Dios fiel entretejiendo nuestro futuro vino a encontrarse con nosotros en el presente.
Para nuestro día de comunidad imprimimos todas las cartas en pancartas. Con mucha curiosidad, personas de todas las iglesias se juntaban para leer lo que otros habían escrito.
Este día se convirtió en un compromiso mutuo de las iglesias: oraremos por ustedes, que Dios cumpla lo que ha puesto en sus corazones, incluso si es muy diferente de lo que imaginamos para nuestro propio futuro.
Esta fue una segunda transformación. Reconocimos y afirmamos que Dios está encarnando su evangelio de muchas maneras que se complementan mutuamente.
Al finalizar el día, les pedí a las congregaciones que pasaran al frente con el panel mostrando su carta. A medida que las pancartas se movían de un lado al otro del salón, de repente me di cuenta que parecían velas listas para atrapar el viento de Dios.
En los dos años transcurridos desde entonces, hemos visto algunos de estos sueños convertirse en realidad.
Como conferencia (iglesia nacional), estamos descubriendo esperanzas en común que nos unen. Algunas diferencias pueden originar tensiones que amenazan nuestra unidad y necesitan ser tratadas. Pero la apertura y las oraciones sinceras de estas cartas encienden un amor mutuo renovado que hace posible abordar preguntas difíciles que de otra forma podrían quebrantar nuestra unidad.
Mediante un proceso de escucharnos mutuamente en cuanto a lo que Dios había puesto en cada corazón, tanto a nivel de iglesias locales como a nivel de liderazgo conferencial, experimentamos el Espíritu de Dios transformándonos.
—Jürg Bräker es miembro de la Comisión de Diáconos. Él es el secretario general de la conferencia menonita de Suiza/ Konferenz der Mennoniten der Schweiz (Alttäufer)/Conférence Mennonite Suisse (Anabaptiste), the Anabaptist church in Switzerland.
Él fue uno de los oradores en Renovación 2027, El Espíritu Santo nos Transforma, en Kisumu, Kenia, el 21 de abril de 2018. Las columnas de esta sección se adaptaron de su presentación.
Este artículo apareció por primera vez en Correo/Courier/Courrier en octubre de 2018.
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