Al corriente: abril 16, 2024
¡Señor ten misericordia!
¡Cristo, ten misericordia!
¡Señor ten misericordia!
¿Cuándo, oh Señor, aprenderemos que la paz no se consigue por la fuerza?
¿Cuándo, oh Señor, aprenderemos que la paz no se consigue mediante la lucha?
¿Cuándo, oh Señor, aprenderemos que la paz no se consigue conquistando a otros?
¿Cuándo, oh Señor, aprenderemos que la paz no llega a través de mecanismos de muerte?
Observamos con horror la violencia cada vez mayor que se apodera de la gente y sus naciones en el Medio Oriente.
Lamentamos la fe puesta en el poder militar.
Lamentamos la fe depositada en las armas que supuestamente vencen a los enemigos, pero que sólo perpetúan los ciclos de violencia.
Lamentamos la fe puesta en la violencia, como si eso pudiera generar relaciones justas.
Los cristianos estamos llamados a encarnar una fe que busque el bienestar de los demás, no su muerte.
Los cristianos estamos llamados a encarnar una fe que baje las armas en lugar de participar en el ciclo de violencia que no cesa de aumentar.
Los cristianos estamos llamados a encarnar como nuestro caminar de fe los caminos de la paz, no los de la violencia.
Los cristianos estamos llamados a amar a nuestros enemigos –o a negarnos a tener enemigos– y a superar barreras para construir puentes de respeto, reciprocidad y conciliación incluso con aquellos que puedan ser hostiles.
Los cristianos estamos llamados a participar en una fe que siga y busque vivir los caminos de Jesucristo, el Príncipe de Paz.
Asimismo, los cristianos estamos llamados a invitar a otros, incluyendo a aquellos de otras religiones, a buscar alternativas a la violencia y vivir en un futuro diferente donde todos podamos encontrar vida y bienestar.
Los cohetes no traerán la paz.
La invasión no traerá la paz.
La violencia no traerá la paz.
Enough! Basta! Ça suffit !
Dios, Padre del cielo, ten misericordia de nosotros.
Dios Hijo, Redentor del mundo, ten misericordia de nosotros.
Dios Espíritu Santo, ten misericordia de nosotros.
Santísima Trinidad, un solo Dios, ten misericordia de nosotros.
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